Es la típica máxima que siempre se repite cuando se intentan dar claves para innovar en esto de la moda. Fácil de formular pero no tanto de llevar a la práctica, esta temporada parece que nos están marcando el camino para que pronto estemos manos a la obra. Tanto en ideas como en prendas, es la temporada del brilli-brilli a la luz del día.
¿Por qué no sacar tus vestidos de fiesta de cañas o a tomar un café? Las que entienden de esto ya tiraron de ellos para acudir a los desfiles de las semanas de la moda.
Los grandes los subieron a la pasarela, potenciando ese factor dia del que hablamos. En Valentino los combinan con jerseys de cuello cisne, botas de montaña o bailarinas.
En Gucci se convierten en looks 24/7, dejándose acompañar hasta de sandalias con calcetines blancos
Dolce&Gabbana firma maravillas como estas. Auténticas obras de arte
En Tommy Hilfiger, vestidos babydoll con toque militar con el punto naif de las sandalias con calcetines.
Actualicemos las lentejuelas. Con jerseys de punto por ejemplo, a modo de top. Perfectos para compensar el exceso de las paillettes.
¿Os he dicho ya lo de los slip dress sobre camisetas? Pues también vale con los lentejueleros. Y queda así de bien
Vale, que es complicado ir con estas pintas según que sitios, pero si encontramos el espacio-tiempo adecuado… Triunfo absoluto
Para la más atrevidas, la fórmula es clara: paillettes + sneakers
Como os decía, las tiendas nos lo van a poner fácil. Como Zara, con este slip dress que queda asi de bien superpuesto (39,95 euros) o esta camiseta con lentejuelas de colores (19,95 euros).
En H&M, top con abertura en la espalda ideal con vaqueros. Su precio, 49,99 euros.
Flechazo con la bomber de lentejuelas doradas que encontramos en Mango, aunque algo carilla, 59,99 euros. La blusa negra con bordado zig-zag también hace buenas migas con el denim (49,99 euros).
Y en Stradivarius, falda y vestido reversiles con un efecto muy parecido al que veíamos más arriba en el desfile de Valentino. El vestido cuesta 29,95 euros, y la falda, 25,95 euros.
¿Nos atreveremos por fin con las lentejuelas a plena luz del día o seguirán ocultas a la espera de la noche?
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